Un piso de cristal permite el paso de la luz reduciendo la necesidad de iluminación artificial. Los efectos de los cambiantes rayos del sol pueden dar una cálida bienvenida.
El vidrio puede ser usado como piso o como peldaño de una escalera incluso para proveer protección antifuego. La seguridad es crítica cuando el cristal es usado en estas situaciones. Un cristal laminado siempre es recomendado para asegurar que el quiebre de uno de los paños no traerá consigo un desastre catastrófico. El punto de partida es escoger el tamaño de la superficie vidriada y la carga que ésta resistirá. Esta información es básica para el instalador, quien podrá guiarte con tus requerimientos.
Un instalador te puede asesorar con los diseños y fijaciones y para asegurar la carga, es probable que se requiera la ayuda de un ingeniero estructural para asegurar que el vidrio está trabajando dentro de sus límites.
Las locaciones expuestas a humedad son propensas a accidente. Se debe tener cuidado con la superficie terminada para evitarlos. Una superficie impresa o grabada puede mejorar este problema.